Esta consume mucha energía. Utilizarla de manera ordenada y programada, ahorra energía y reduce los gastos.
Plancha la mayor cantidad posible de ropa en cada ocasión, dado que conectar muchas veces la plancha ocasiona más gasto de energía que mantenerla encendida por un rato.
Evita desperdicios de calor al secar la ropa con la plancha.
Gradúa el termostato de su plancha de acuerdo al tipo de tejido a planchar.
Plancha primero la ropa que requiere menos calor y continúa con la que necesita más, a medida que la plancha se calienta.
Rocía ligeramente la ropa, sin humedecerla demasiado.
Utiliza la plancha desde el momento en que la conectas y desconéctela antes de concluir; así aprovecharás el calor acumulado para la ropa pequeña y delicada.
Nunca olvides la plancha enchufada; además de desperdiciar energía, pone en riesgo tu seguridad.
Revisa la superficie de la plancha, esta debe estar siempre lisa y limpia, así transmitirá el calor de manera más uniforme.
Junta una cierta cantidad de ropa para su planchado, así evitarás desperdicios de energía con el encendido y apagado continúo de la plancha.
Revisar que el cable y el enchufe estén en buenas condiciones