Aprovecha la luz natural al máximo, durante el día evita encender bombillos en habitaciones iluminadas por el sol.
Aprovecha al máximo la iluminación natural, abriendo las puertas, persianas y cortinas durante el día, sin descuidar la seguridad.
Cambia todos los bombillos incandescentes por unos de bajo consumo, pues consumen cuatro veces menos energía y duran hasta diez veces más duran y ahorran hasta un 80% de energía.
Apaga los bombillos que no estés en la habitación.
Pintar de colores claros las paredes internas y techos, así se utilizan lámparas o bombillos de menor potencia para iluminar los ambientes, porque los colores oscuros absorben luz.
Realizar el mayor número de actividades aprovechando la luz solar. Por ejemplo lavar, planchar y hacer el aseo durante el día, con luz natural.
Apagar las luces de los ambientes desocupados, excepto aquellas que contribuyen a la seguridad del inmueble.